Usa la cabeza!
La cabeza, es el continente del sistema más preciado del cuerpo humano (el cerebro), además, se localizan en ella la mayor parte de los sistemas receptores de los sentidos (vista, oído, olfato y gusto).
Para esto del esquí como técnica y práctica, la vista y el sistema auditivo, donde se localizan los receptores del equilibrio, se plantean los más interesantes.
Desde mi punto de vista de profesor, entrenador y esquiador, mis conocimientos del sistema auditivo y su relación con el equilibrio, son limitados, como para escribir con propiedad sobre este tema, pero, la observación, el estudio y la practica durante 35 de mis 38 años de existencia, me han descubierto algunos aspectos de la cabeza que me gustaría compartir con vosotros.
Si observamos frontalmente en desplazamiento de cualquier persona al caminar, podemos descubrir como la cabeza, considerándola como masa activa del sistema corporal, se desplaza sutil y sistemáticamente sobre el pie de apoyo. Esto es aun más evidente si observamos frontalmente el desplazamiento de un esquiador de fondo, que además de apoyarse e impulsar, realiza el deslizamiento sobre el pie dominante, de forma alternativa, en donde la cabeza se tiende a proyectar sobre el pie de apoyo.
Esto se sigue observando al en los mejores esquiadores alpinos al proyectar la masa de su cabeza, además de otras partes del cuerpo, sobre el esquí exterior.
Otra característica que se observa en la cabeza de los mejores esquiadores, es la nivelación y estabilidad de la mirada. Mientras la parte más distal, con respecto a la cabeza, se desplaza lateralmente, creando grandes variaciones de ángulos, la línea imaginaria que atravesaría lateralmente la cabeza a la altura de los ojos, se mantiene muy estable, nivelada con el terreno.
Estos aspectos evidencian una serie de ventajas para el buen esquiador:
*Desplazamiento de la masa de la cabeza (10% del cuerpo) sobre el esquí exterior de la curva.
*Mejor visión, al mantener la cabeza estable, mientras el resto del cuerpo se moviliza para realizar las adaptaciones correspondientes.
*Facilitación de los ajustes del equilibrio, ya que el sistema donde se regula esta capacidad, se mantiene relativamente estable en relación al resto del cuerpo.
La velocidad a la que esquiemos y realicemos nuestras curvas, condicionara mucho el posicionamiento de la cabeza.
A menor velocidad, necesitaremos menos anticipación y nuestra cabeza (la mirada) se mantendrá en una posición más neutral (en la dirección de los esquís), durante todo el desplazamiento, pero a medida que aumente la velocidad de desplazamiento y gestual, la cabeza tendera a mantenerse en una actitud más estable que facilite la anticipación visual, cognitiva y motriz de las próximas acciones a realizar.
Saber, sentir y controlar, donde tenemos la cabeza, nos puede hacer esquiadores más conscientes, equilibrados y con capacidad de anticipación, con las ventajas que esto nos puede aportar para tener una experiencia optima.
Love&Respect
Nes